MAESTROS DE CAZA & BOWVIVAL PROJECT

Curso de Caza con Arco

«Por más que pienso no encuentro la manera de describir lo que he sentido al acompañar a un cazador, que caza de una forma tan básica y ancestral como es la caza con arco tradicional –un long bow de madera construido por él mismo-, pero si puedo decir que a mi entender es la forma más justa de quitar la vida a un animal. 

He tenido la fortuna de asistir a un curso de caza con arco tradicional con Florentín García, y de conocer la experiencia de otros cazadores de su coto. 

Todos ellos cazan al paso porque conocen el monte, su monte. Saben que árboles tienen los frutos más dulces, más maduros y han caído al suelo o están apunto de hacerlo, siendo un manjar irresistible para los animales que tratan de cazar.

Todos ellos respetan la fauna, incluida la cinegética a la que miman y cuidan aunque ello parezca un contrasentido. 
Son la cúspide de la cadena trófica logrando el natural equilibrio necesario para la conservación de nuestros bosques y su fauna.
Florentín García tiene absoluta pasión por la caza con arco tradicional. En su entorno no persiguen trofeos que colgar en la pared, no definen lo que hacen como un deporte y siempre siempre siempre aprovechan la carne de los animales que cazan.
 
La caza con arco te obliga a no cometer errores, porque no se debe soltar la flecha si el animal no está a menos de catorce metros. Florentín dice que “cuanto más caza más cerca dispara” y yo lo he podido comprobar. Él pone énfasis en que se ha de soltar la flecha lo más cerca posible y no a más de la distancia dicha, y lo hace por respeto a los animales que pretende cazar, porque a más distancia los errores se maximizan.

Este CAZADOR es además una persona de gran generosidad que no se ha guardado ni un solo concepto o conocimiento para sí, me ha transmitido información que a él le ha costado años adquirir, y lo ha hecho con pasión, entrega y dedicación.

Todos ellos aman el campo, aman a los animales y respetan el equilibrio natural, siendo un depredador más en la oscuridad de la noche, sin hacer ruido, entre las sombras, que mata y se alimenta de la carne de su presa, como los cárabos.

He tenido la oportunidad de comprobar como Florentín abatía a un jabalí que se encontraba a unos diez metros, estando nuestro puesto de espera en un castaño ubicado entre dos higueras.
Hemos cazado sin cebos, ni reclamos, con un palo, una cuerda y una flecha.

Ha sido una experiencia impresionante que recomiendo como necesaria para todo aquel que quiera cazar con un arco tradicional, es una forma fascinante de estar en total conexión con la naturaleza».
Jorge Rodríguez-Alarcón
BowVival

 




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