ENTRENAR Y ENTRENAR

Arquero: Nacho Pernudo
Tiro Instintivo

No es sencillo mantener una cadencia regular de acierto con un equipo tradicional: arco de madera y flechas de madera.

Obviamente, cuando un arquero renuncia voluntariamente a los adelantos surgidos este siglo pasado y decide prescindir del carbono y del aluminio está asumiendo que perderá muchas ventajas. También ganará otras que seguramente compensan la imperfección de la madera. Un ejemplo es poder fabricarse las flechas desde un vástago de madera, una artesanía completamente personal y gratificante para el arquero. Otro aliciente es el nivel de acierto que se puede obtener con un equipo tradicional … básicamente el mismo que utilizando materiales sintéticos.

La clave no es otra que entrenar y para ello yo recomiendo seguir un método que basa su principal precepto en la puntería, en la capacidad de uno para darle a su objetivo, sin mecanizar el tiro sobre un objetivo estático artificialmente.

Es decir, no disparar cien o doscientas flechas a la misma diana, a la misma distancia ni de la misma postura sino variar cada tiro, de forma que el cerebro y el ojo se acostumbren a las distancias, las potencias y hasta en cómo se va a comportar nuestro arco.

Habrá arqueros olímpicos que se lleven las manos a la cabeza después de leer esto pero hay que recordar que el tiro instintivo es versátil, puede ser un tiro rápido y precipitado. El tiro instintivo puede ser un «veo, apunto y disparo» desde una posición dificultosa y sin apenas poder realizar un anclaje de manual, pero para ello hay que disponer de una suelta correcta, regular y permanente. Independientemente de si se tira de pie, de rodillas o sin poder anclar o tirar bien de espalda debido a la posición que nos obligue ese tiro. Indudablemente para lograr esto hay que elaborar muy bien la técnica sobre dianas y petos, tal y como se está enseñando en los clubs de tiro con arco.

El método imperativo de «empujar y tirar» (empujar el arco hacia el objetivo en el mismo instante de la apertura) nos indica que el único fin de la acción es darle al objetivo y por lo tanto, el otro resto importante de la tarea hay que dejársela al cerebro.

El entrenamiento no es sólo depurar tanto la técnica que nos haga disparar flechas rasas y silenciosas, preciosas. Esto es perfecto pero le estamos dejando toda la responsabilidad a la mecánica de tiro y a la posición del cuerpo y la respuesta de nuestras manos obviando a nuestro cerebro y difícilmente le daremos a otra cosa que no sea la diana y distancia de siempre.

No creo que un arquero cazador de patos de Alabama o un arquero que asiste a Recorridos 3D puedan prescindir de esta «familiaridad» con las distancias y las posiciones que surge en el tiro instintivo así como, a título personal, tampoco veo natural carecer de esta singularidad del tiro con arco tradicional.

 

©Bastión de alanos




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